Relieve: vocabulario

Las formas naturales que tiene la corteza de la Tierra son diversas y caprichosas, y van dando forma al paisaje día tras día a través de las fuerzas internas y externas del planeta. Éstas se pueden agrupar en dos unidades: relieve interno y relieve de costa.

A continuación un listado de algunas formaciones tanto internas como de costa.

Relieve interno

• Montaña – gran elevación natural del terreno.

• Cordillera – cadena de montañas.

• Sierra – cordillera de poca extensión.

• Colina – elevación natural de terreno, menor que una montaña.

• Meseta – terreno elevado y llano, de gran extensión.

• Valle – extensión de terreno bajo ubicado entre montañas o colinas.

• Llanura – área extensa de terreno llano.

• Depresión – en un terreno, descenso o hundimiento de alguna extensión.

Relieve de costa

• Playa – orilla del mar o de un río, formada de arenales en superficie casi plana.

• Golfo – gran porción de mar que se interna en la tierra entre dos cabos.

• Bahía – entrada de mar en la costa, de extensión considerable.

• Acantilado – zona de costa elevada y rocosa que cae casi en vertical sobre el mar.

• Ría – penetración que crea el mar en la desembocadura de algunos ríos.

• Cabo – saliente de tierra que penetra en el mar.

• Península – área de tierra rodeada por agua, excepto por una estrecha zona de tierra conectada a un terreno más extenso.

• Istmo – franja de tierra con agua en ambos lados que conecta dos territorios más grandes.

• Albufera – laguna formada en playas bajas, de agua salina o ligeramente salobre, separada del mar por una franja de arenas.

• Delta – desembocadura de un río en la que los sedimentos se acumulan en el lugar de contacto con el mar, formando montículos o islas sobre éste.

• Isla – porción de tierra rodeada de agua por todas partes.

• Archipiélago – conjunto, generalmente numeroso, de islas agrupadas en una superficie más o menos extensa de mar.

El relieve terrestre

El relieve terrestre se puede definir como aquellas formas físicas que encontramos naturalmente en la superficie de la Tierra.

Estas formas son creadas por la acción de varias fuerzas encontradas tanto en el interior como el exterior del planeta. En algunas ocasiones, son las fuerzas internas concretadas en los movimientos de las placas tectónicas o los volcanes las que contribuyen a la creación de formas terrestres. En otros casos son las fuerzas externas, definidas por las acciones de la erosión, quienes esculpen la superficie terrestre. Agentes erosivos naturales como el viento, el agua o el hielo definen caprichosamente muchas de las formas que muestra la corteza terrestre.

Curiosamente, algunas formas físicas de la superficie de la Tierra son creadas en cuestión de horas, mientras a otras les toma millones de años en aparecer.

A la hora de estudiar y organizar el relieve de la Tierra o, lo que es igual, las formas físicas de la superficie terrestres podemos agruparlas en dos unidades: el relieve interno y el relieve costanero.

En la primera unidad se pueden observar formaciones como: montañas, sierras, cordilleras, colinas o montes, valles, mesetas, llanuras, depresiones, etc.

En la segunda unidad se pueden observar formaciones como: bahías, golfos, playas, cabos, acantilados, rías, istmos, penínsulas, albuferas, deltas, islas, archipiélagos, etc.

Estas unidades no son excluyentes, es decir, que podemos encontrar formaciones de un mismo tipo en ambas unidades. Por ejemplo, pueden existir montañas tanto en el interior como en la costa.